"Porque es nuestro existir, porque es nuestro vivir, porque él camina, porque él se mueve, porque él se alegra, porque él ríe, porque él vive: el Alimento"



Códice Florentino, lib,VI, cap.XVII

jueves, junio 22, 2006

¿Qué te comes con 85 pesos?

Hace más de veinticinco años, cuando el museo Franz Mayer no era tal, en esos lugares estaba un mercado de artesanías, que mucho antes había sido el antiguo Hospital de la Mujer y más y más años un Hospital para pobres. En la época que era un mercado de artesanías en la planta baja había un restaurante, una fonda para ser exactos, se llamaba Fonda Santa Anita y había un menú a la carta y la comida del día. Yo acostumbraba a comer ahí, al menos dos veces por semana y luego me trasladaba a la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA, ubicada en aquel entonces en la Ciudalela. En esos tiempos la avenida Balderas y los alrededores del metro eran muy diferentes. En la Fonda Santa Anita, tomé por primera vez la famosa agua de chía, comprobé que eran ciertas las propiedades que le atribuían, ( me acordaba de un muchacho que decía que su novia era como la chía: espesa, babosa y fría). Todo lo que comía en ese lugar era buenísimo, desde su arroz hasta el postre, que casí siempre el pedía mi favorito: buñuelos. Yo recuerdo que no era caro, pues me alcanzaba al menos para ir dos veces por semana. Después a los locatarios del mercado de artesanías los fueron desalojando para dar paso al museo y así perdí uno de los muchos lugares sabrosos que acostumbraba para comer en el centro histórico.


Yo creo que desde que existía esa fonda, también existía la otra fonda de Insurgentes, que antes estaba en la misma calle pero en diferente número. Siempre tuve la intención de conocerla y ver si existía relación con aquellos sabores de la "otra fonda" Así que el día del padre instalada en la nostalgia de revivir mis recuerdos, convoqué a mi familia para que fuéramos a comer ahí. El lugar lucía un poco descuidado desde la entrada. Al llegar, el ambiente y el trato de los meseros no me gustó y la carta me pareció decepcionante. Algo pasa que de antemano presiento que el lugar no es bueno, será el menú, el movimiento de los meseros, los platillos de la mesa de al lado, la mantelería, los cubiertos. Propuse que nos levantáramos y nos fuéramos, sólo obtuve malas caras y comentarios pésimos. – Siempre con lo mismo. Pues no, ya pedimos las bebidas, cómo no miraste la carta antes de entrar, ¡aguántate!

Así que regañada por mi marido y mi hija, pedí del precario menú que no me ilusionaba unas albóndigas al chipotle que costaban 85 pesos, sin arroz, sin nada en que detener la mirada, lo mismo hizo Xuliana. Se me hacía carísimo el platillo, pensé en cuantos menús podía comer en la Fonda de Lulú, atrás de mi casa, ella prepara unas albóndigas al chipotle excelentes, tal vez hasta cuatro órdenes me podría comprar con esa cantidad. Pues si ostenta el título de"Fonda" bien podría tener unos platillos menos caros. Lo que no podía creer es que el lugar estaba bastante lleno, numerosos grupos de familias viendo el futbol y comiendo una comida de dudosa preparación. Gonzalo pidió una orden de quesadillas, trajeron 2 de flor de calabaza y una de papa, grasosísimas, además de la infamia de hacerlas con harina de trigo y un poquito de maza de tortilla, el resultado fue bastante desagradable. Al llegar mis tres albóndigas pude ver que Lulú sigue siendo mi favorita, estaban saladísimas, además pedí un arroz con plátanos para acompañarlas y el arroz estaba grasoso, medio crudo y además batido. O sea que tienen la calidad de platillo chafa de fonda pero con precios de restaurante de lujo. Gonzalo pidió un pescado a la veracruzana que no estaba mal pero también estaba salado, Xuliana puso todo el arroz para aligerar lo salado en su plato y Mariana unas enchiladas verdes que dijo que estaban buenas. O sea que a mí, la más chocante, le tocó el peor platillo. Cuando llegaron a mostrarnos los postres esperaba al menos que hubieran buñuelos para bajarme el coraje, sólo había arroz con leche, peritas en dulce, flan, fruta fresca y huevos reales. Al llegar la cuenta me sorprendió ver que cobran quince pesos por cubierto, ¡ni siquiera nos dieron botana!, que es lo que acostumbran cuando te lo cobran. Al reclamarle al mesero dijo que era por el servicio de bolillos y mantequilla que me pusieron. Se me hicieron de lo más mezquino y poquitero las normas en esta pinche fonda. No cabe duda que el mal gusto va en aumento, ¿cómo puede estar un lugar tan lleno, con meseros que fastidian con su rapidez para quitarte los platos cuando todavía estas comiendo, y con precios bastante inflados? Claro que le reclamé al mesero y me quejé de lo salado. Las ganas no me faltaron de ponerme a la altura y pedirle que me devolviera mis bolillos con mantequilla que se llevó y ya había pagado. Pero era día del padre, así que relax. Por lo pronto nunca vuelvo a la Antigua Fonda Santa Anita ni por equivocación.
Antigua Fonda Santa Anita
Insurgentes Sur 1038
No vayan

Todo eso me hizo pensar que más se puede comer en otros lugares con 85 pesos. Un menú para una persona en el restaurante chino Luaú en la calle de Niza en la Zonaja. El menú incluye, sopita wang tong, arroz frito con cerdo y res, un camarón capeado, un rollo de carne con aceite de ajonjolí, chop suey con pollo (que si no te gusta como a mí te lo cambian por diez pesos por puerco agridulce), una galleta y una jarra de té.

Qué diferencia, en el trato, el lugar y el menú. La atmósfera del lugar es ya clásica y podría decir que ha perdido un poco su candor, pero los platillos siguen siendo buenos. Por cuarenta pesos puedes pedir unos tacos de pato que sirven para abrir boca.
Luaú
Niza 38
Colonia Juárez
55 25 74 74

¿Qué más te compras con ochenta y cinco pesos?
Una birria calientita y sustanciosa con tres tepaches de guayaba, que caen re-bien después de estar hasta el gorro de estar enferma y un poquito deprimida... Ahhh, es que con esa birria te reconcilias con la vida. Es la mejor receta para levantar muertos en vida.

También hay pozole por cincuenta pesos, o la orden de tres tacos de birria que cuestan cuarenta y cinco pesos.
El lugar sólo abre de 6 pm a 1 am, todos los días.
Lo único malo es que no hay cervezas, pero te puedes poner una borrachera de tepaches.

Tecalitlán “La mejor birria de México”

Nogal 12, a una cuadra del circuito interior Melchor Ocampo, casi Ribera de San Cosme

Col. Santa María la Ribera.

55 92 71 48

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